Tres ejemplares de tortuga Caretta caretta regresaron esta mañana al océano Atlántico desde la playa de Sardina, en un acto de liberación que anticipa el espíritu navideño con un mensaje de responsabilidad ambiental. La actividad, organizada por el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Cabildo de Gran Canaria, que dirige el galdense Pascual Calabuig, con la colaboración del Ayuntamiento de Gáldar, congregó a decenas de familias y escolares que presenciaron el momento en que los tres animales volvieron a su hábitat tras tres meses de rehabilitación.
Las tortugas liberadas, dos hembras y un macho, fueron rescatadas en distintos puntos de la isla y dos de ellas no presentaban enmallamiento, pero la tercera sufrió un grave enredo en redes de pesca que derivó en una amputación parcial. Tras tres meses de rehabilitación, todas han superado sus lesiones y están listas para regresar al mar, según explicó Manuel Javier García Florido, técnico del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre.
El primer teniente de alcalde, Julio Mateo Castillo, destacó el compromiso de las administraciones públicas con la protección del medio ambiente y enfatizó en la importancia de acompañar esa labor con divulgación y educación ambiental. En este sentido, elogió la labor del servicio de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, “siempre disponible para intervenir cuando en nuestras costas aparecen tortugas heridas”, y recordó que basta con una llamada al 112 para que se active toda la cadena de rescate, rehabilitación y devolución al mar.
“Hoy, niños y niñas han disfrutado, aprendido y han sido partícipes activos en la entrega al mar de estas tres tortugas, que iniciarán un viaje de miles de kilómetros por el Atlántico. También cuidamos de las pardelas. Durante meses hemos colaborado con el Cabildo en campañas para que los ciudadanos entreguen polluelos de pardela cenicienta, otra especie protegida que a menudo sufre por la acción, o inacción humana. Desde Gáldar mantenemos un compromiso firme con el medio ambiente y con nuestra biodiversidad”, apuntó el edil.
Antes de su liberación, a cada tortuga se le incrusta un microchip que permite rastrear su evolución y posibles varamientos futuros en cualquier parte del mundo. De hecho, recientemente se identificó en Florida una tortuga tratada en el centro hace nueve años, una prueba tangible de la eficacia y el alcance de este trabajo, de acuerdo con el técnico Manuel García Florido.
El experto informó que los tres ejemplares fueron rescatados en Mogán, Arguineguín y Las Canteras, y señaló que su ingreso en el centro se debió a la pronta alerta de ciudadanos que, al detectar su varamiento o situación de riesgo, notificaron los hechos oportunamente. En este sentido, reiteró el llamamiento a la población ante el hallazgo de fauna silvestre marina varada, herida o desorientada, para se abstenga de intervenir directamente y, en su lugar, contactar con el 112, línea que activa el protocolo técnico de rescate y rehabilitación del Cabildo de Gran Canaria. Aunque bienintencionadas, las actuaciones no coordinadas pueden agravar el estado del animal e impedir su recuperación. Por ello, la protección efectiva de las especies protegidas requiere rigor científico, coordinación entre administraciones y una ciudadanía informada y comprometida.